viernes, 26 de agosto de 2011

Bea.

La tensión subía. Mick tomó la piedra del suelo, Era yacía inconciente, Bea sacó su navaja y la empuñó con fuerza.
Bea y Mick se lanzaron. Uno contra el otro con sus respectivas armas. 
El dolor les cerraba los ojos, a ambos. Sólo a uno.

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